miércoles, 30 de marzo de 2011

Lenguaje





Los relatos "no realistas" (caballerescos, pastoriles, moriscos, etc.) se escribían con un estilo elevado: su naturaleza fantástica les permite ser narrados con un idioma refinado, alejado del normal.

El Lazarillo, que trata de realidades sórdidas, esta escrito en un lenguaje llano, sin artificios, directo. Y cada personaje se expresa dé acuerdo con su condición individual, y según lo que pide el momento: jubilo, tristeza, cólera, etc.

El autor trasladó a la novela este hallazgo expresivo que en otro genero, el de la comedia humanística (La Celestina), había hecho Fernando de Rodas.

Es lo que llamamos polifonía lingüística, que será característica de la novela moderna.

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